19 de marzo de 2012

8 PUNTOS (…)

¡Santi Cazorla incendió anoche la Liga! Quizá, y sin el quizá, exagero en tal vendehúmos afirmación… Lo innegable es que el zurriagazo del asturiano sirvió, al menos, para vengar la cabeza de su míster, vilipendiado y ajusticiado de mala manera en repetidas ocasiones desde la cúpula y medios de poder blancos. Y también para acercar, más moral que materialmente, al Barcelona al liderato. Fenomenal. Más pimienta para una liga que se prometía sosita en su desenlace crepuscular.
Y me alegro especialmente por el chileno Pellegrini, un hombre con la pausa y ciencia necesaria para haber triunfado sobradamente en el Real Madrid, pero que se vio obligado a hacer las maletas, para acabar aterrizando sobre el mullido de los petrodólares árabes en la Costa del Sol. Allí trabaja tranquilo, sin los focos que trataban de desestabilizar su labor en la casa blanca, y con la ayuda de algunos de sus jugadores de confianza, como este Santi Cazorla, fino y exquisito como pocos, y a quién el ingeniero propuso como fichaje prioritario para el Madrid. No lo fue, y a buen seguro que ayer más de uno se acordó de dicha decisión.
Los que lo celebraron, seguro, fueron los culés. Acostumbrados a ver de azulgranas a multitud de locos bajitos, también disfrutan cuando esta especie de futboleros –otrora en extinción, ahora en ebullición- hace de las suyas, y más si su objetivo es el archienemigo blanco. Felicidad máxima.
Aunque los culés también tuvieron tiempo para la celebración en la tarde del sábado, en la que los suyos dejaron otros 30 minutos de fútbol de coleccionista. Media hora intensa, de precisión cirujana y control ensimismado del balón. Fútbol autoritario en Sevilla, dónde los locales se refugiaban en posesiones estériles que, de alguna manera, equilibraba porcentualmente el uso del balón. Pero éste quería más a los de azul y rojo, y éstos hacían de su uso un ejercicio de belleza difícil de olvidar. Con el traje de faena materializaron su abrumadora superioridad en  2 goles (el de Messi sencillamente conmovedor) y, parsimoniosos, aguardaron al consumo de los 90 minutos para hacer caja: 3 valiosos puntos que adquirieron una dimensión mayor tras la gesta malacitana en el Bernabeú.
En cualquier caso, la felicidad culé no debe ni puede ser completa, pues si atendemos a la clasificación, los 8 puntos de desventaja con los madridistas son todavía un mundo. Un objetivo más cercano, de acuerdo, pero objetivamente lejano. Y debe entenderse, todavía, como un acto de fe. Difícil de conseguir, materialmente casi imposible, pero moralmente abordable para un grupo que se hace más fuerte ante la adversidad. Y los 8 puntos no son precisamente poco contratiempo, pero una minucia comparado con la fatalidad que ha vuelto a cebarse con Abidal. Ahí, ante la desdicha del compañero herido, el clan de Guardiola es aún más fuerte.
Por eso estos 8 puntos tienen interrogante, incógnitas de difícil pronóstico, o sí lo prefieren puntos suspensivos. Abrimos paréntesis, y nos preguntamos por la digestión del Madrid de tropiezos como el de ayer; por su alarmante bajón de juego en los últimos 15 días; por las  duras visitas que le restan (San Mamés, Calderón o Pamplona); o por su capacidad para afrontar con solvencia el comprimido calendario Liga-Champions. Cerramos paréntesis. El Barcelona, mientras tanto, crece ante la adversidad. La tostada está del lado blanco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario